Una cooperativa de trabajo asociado es aquella que tiene por objeto proporcionar a sus socios puestos de trabajo, mediante su esfuerzo personal y directo, a tiempo parcial o completo, a través de la organización en común de la producción de bienes o servicios para terceros. También podrán contar con socios colaboradores. La relación de los socios trabajadores con la cooperativa es societaria.
La opción de que los trabajadores asuman la propiedad de los medios de producción, en empresas de nueva creación o en empresas producto de otras en crisis se constata como una alternativa viable para la creación y conservación del empleo.
De hecho, la constitución de este tipo de empresas se vincula habitualmente a los malos momentos de los ciclos económicos e a las crisis empresariales, lo que presenta a las cooperativas como una alternativa a los cierres e reestructuraciones empresariales.
El origen de las cooperativas pueden proceder de cierres empresariales, por lo tanto, son cooperativas formadas por personas que deciden darle continuidad a su actividad laboral mediante el autoempleo colectivo, aprovechando el conocimiento del trabajo y, en algunos casos, la cartera de clientes de la empresa anterior. También pueden ser proyectos nueva creación, tanto por iniciativa propia como por asesoramiento y/o apoyo de terceros con distintos intereses, procediendo el impulso del cliente, proveedor y otros asesores empresariales e promotores de empleo, mayoritariamente públicos, como consecuencia de acciones formativas, programas europeos o interés por fomentar el empleo en su zona de actuación. Por último, también pueden aparecer cooperativas debido a la decisión de cambiar de fórmula cooperativa por sus beneficios fiscales o como alternativa que viabiliza el crecimiento de la empresa.
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